A menudo creemos erróneamente que ayudamos más a nuestros hijos o alumnos si hacemos o resolvemos las cosas por ellos. Lo tenemos asociado a una forma de "quererles". Pero en realidad, esa sobreprotección y esa falta de paciencia y confianza por nuestra parte en sus habilidades y en su progreso, les da el mensaje de que ellos no saben o no pueden. Por eso es vital que les acompañemos hacia su progresiva autonomía desde muy pequeños.
Niños más felices gracias a su autonomía
Veamos este vital aspecto en la crianza, gracias a las palabras de María Montessori:
"Nunca ayudes a un niño mientras está realizando una tarea en la que siente que puede tener éxito"
“Ayúdame a hacerlo por mí mismo.”
“No hagas por un niño nada que él sea capaz de hacer por sí mismo”.
“Facilitar las cosas al niño, sin necesidad, en lugar de ayudarle solo sirve para estancarlo.”
“Cualquier ayuda innecesaria es un obstáculo para su desarrollo.”
Niños más felices gracias a una sana autoestima
A menudo no nos damos cuenta de que al centrarnos en la crítica y en destacar lo que no saben hacer (o no han realizado como esperábamos), solo debilita sus ganas de volver a intentarlo creyendo cada vez más en sí mismos.
Veamos ahora este vital aspecto en la crianza, de nuevo gracias a las palabras de María Montessori:
“¡Cuanto más plena y más rica sería la vida si viéramos al niño en toda su grandeza, en toda su belleza, en lugar de enfocarnos en todos sus pequeños errores!”
“La actitud del educador ha de ser la de AMOR y de respeto absoluto a su dignidad como ser humano.”
“Cuando un niño se siente seguro de sí mismo, deja entonces de buscar la aprobación de los adultos a cada paso.”
Niños felices gracias a su movimiento libre
Vivimos tiempos complejos en los que la desconexión con la vida real, natural, se combina con las pantallas y la vida sedentaria. Es cada vez más urgente que preservemos la crianza de esas tendencias tan fuertes.
Veamos, en palabras de la doctora María Montessori la importancia de favorecer que la infancia siga pudiéndose mover en libertad y tocando con sus manos materiales reales para aprender. Las pantallas o los aprendizajes sin experimentación real y directa, no pueden suplantar a los que les ofrece la vida:
“El movimiento ayuda al desarrollo psíquico y este desarrollo se expresa a su vez con un movimiento y una acción.”
“De hecho, es la base para el desarrollo de la personalidad. El niño, quien se está construyendo a sí mismo, siempre debe estar moviéndose.(…) Les pediría que consideren esta idea como una clave y una guía; como clave, porque les desvelará el secreto del desarrollo del niño; como guía, porque les indicará el camino que deben seguir. Si desean dar los medios al niño para su desarrollo, deben dárselos de tal manera que el niño pueda y deba moverse.”
“El niño que tiene libertad y oportunidad de manipular y usar su mano en una forma lógica, con consecuencias y usando elementos reales, desarrolla una fuerte personalidad.”
“Lo que la mano hace, la mente lo recuerda.”
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