Maria Montessori consideraba que los ambientes en los que crecen los niños y las niñas son vitales para su evolución y que de ellos depende, o no, un desarrollo integral, libre autónomo e independiente.

Pensó que en el ambiente en el que crece un niño o niña el mobiliario y el material debe tener en cuenta su tamaño y sus capacidades físicas, psicológicas y emocionales. Por ello, los muebles en Montessori están a la altura del niño y los materiales están pensados para el niño.

Cuando Montessori propuso que los muebles estuviesen a la altura del niño abrió una nueva posibilidad: la de que los niños y las niñas pudieran realizar las actividades por sí solos y, en algunas actividades, prescindir de la ayuda adulta.

Dejando a los niños ser los protagonistas de su espacio podrían crecer de forma autónoma e independiente. Por ello, los ambientes Montessori en nuestros hogares y nuestras escuelas parten de esta idea: deben incluir mobiliario y materiales “pensados para el niño" y realizados en materiales nobles (con maderas, colores naturales o claros).

¿Cómo propone María Montessori los materiales en los ambientes?

Un ambiente Montessori es un espacio pensado para los niños/as y para llevarlo al desarrollo de sus máximas potencialidades. Para lograrlo, estos espacios deben ser cálidos, agradables y bellos, para que se sienta cómodo y empático en un lugar donde todo esté pensado para él, para su tamaño y sus posibilidades.

Esto le permitirá relacionarse con confianza y seguridad, sabiendo que tendrá “éxito” a la hora de manipular los materiales. El niño se sentirá parte de su entorno, no será un invitado al hogar, sino será parte de él y su lugar, el dormitorio, su espacio de pertenencia, donde querrá permanecer y disfrutar.

El planeta tierra es un ambiente preparado, el vientre de una madre gestando, el abrazo de un amigo…

Los seres humanos vivimos en diferentes ambientes preparados que facilitan, o no, el desarrollo de nuestras habilidades, físicas, psíquicas, emocionales y sociales, nos construye como seres integrales, siendo los padres y adultos quienes dan sentido a ese entorno.

Para lograrlo, podemos tener en cuenta la mirada de Maria Montessori sobre cómo debe ser el mobiliario y los materiales adaptados a los niños y niñas:

• El tamaño del niño/a se toma en cuenta a la hora de elegir los muebles y todos los objetos, ya que son proporcionados a su tamaño para permitirle un mayor grado de independencia.
• La cama puede estar a la altura del niño para que pueda subir y bajar solo.
• Los estantes deben ser libres de cajones, pesados y también cofeccionados a la altura del niño para que puedan manipular los elementos que hay en él expuestos.
• Las paredes deben estar pintadas de un color claro sin demasiados estímulo, para que puedan enriquecerse del entorno sin sobre-cargar la mirada. Pueden tener cuadros, con imágenes reales, obras de arte o fotos.
• Los suelos son de madera o cerámica.
• Las ventanas son grandes y están a la altura del niño para que pueda entrar suficiente luz natural y pueda ver hacia afuera.
• Todos los objetos en el ambiente deben ser bellos y atractivos para estimular el desarrollo del sentido estético y del orden. Están cuidados y limpios.
• Todos los materiales son reales y naturales porque son más atractivos para el niño/a y le brindan una información sobre los mismos, por ejemplo, la temperatura del vidrio, del metal, de la madera.

El niño percibe el mundo a través de los sentidos y los pone todos a disposición de ese conocimiento rico y necesario para adaptarse en el lugar en el que nació.

• Lo ideal es que los materiales que enriquezcan los estantes o muebles presenten estas características nobles y, a su vez, se conserven en buen estado y en orden, para estimular al niño/a a su cuidado, amor y protección.
• Los adultos somos fundamentales en la interacción que el niño realiza con el ambiente, damos el ejemplo y preparamos indirectamente todo lo necesario para que el desarrollo de su independencia y el cuidado sean posibles.
• Los adultos elegimos qué juguetes comprar, qué libros leer, qué poner a su alcance y qué esconder. El niño confiará en nosotros y sabrá que lo que está a su altura es para disfrutar, manipular, explorar y luego guardar.
• Se recomiendan libros con imágenes reales, juguetes que sean confeccionados en madera y con colores claros, que tengan el tamaño de la mano del niño y que desarrollen diferentes habilidades al entrar en contacto.
• Los ambientes pensados para los niños se pueden tomar como espacio de transfomación y cambio, generan orden interno y los nutre en el contacto con lo expuesto, con lo que se manipula y se interactúa a diario.

El papel de los materiales en el ambiente Montessori

Todos los ambientes de esta pedagogía poseen materiales diseñados por la Dra. María Montessori. Estos materiales son los que brindan la posibilidad de que el método se lleve adelante.

Montessori, en su investigaciones, mientras los niños mostraban sus cualidades y sus necesidades, creaba materiales para poder responder a ellas, los comprobaba con los niños y los mejoraba hasta que así fue creando más de 300 materiales científicamente estudiados y validados.

Los materiales en Montessori son precisos, bellos y atractivos para estimular el sentido estético y el orden. Además, cada material está diseñado para llevar al niño a adquirir una habilidad específica.

A estos materiales se les denomina material de desarrollo porque cada uno lleva al niño a la adquisición de una habilidad específica, tiene un propósito inteligente, directo e indirecto, un control de error propio, para que el niño pueda ejercitarlo sin ayuda de un adulto.

Material de desarrollo Montessori: características

Los materiales en Montessori son precisos, bellos, atractivos, para estimular el desarrollo del sentido estético y del orden.

• Siempre deben encontrarse limpios, completos y en perfectas condiciones para no generar distracciones en el uso, y para que el niño incorpore el cuidado de los mismos. Si los encuentra en mal estado, no lo invitará a cuidarlo de igual manera que si están completos.
• Todo esta hecho de material noble, reales y naturales, son más atractivos.
• Son limitados, uno por niño, lo que colabora al desarrollo de la voluntad.
• Poseen una base 10 haciendo una correspondencia con el sistema decimal que utilizamos.
• Todas las actividades de vida prácticase presentan de izquierda a derecha, como el proceso de la escritura.
• Todos los materiales van de lo concreto a lo abstracto, de lo general a lo particular y son presentados en secuencia.
• Son psicológicamente apropiados, ofrecen actividades que favorecen las necesidades físicas y psicológicas del niño de la primera etapa del desarrollo.

"El primer problema de la educación es proporcionar al niño un ambiente que le permita desarrollar las funciones que tiene asignadas por naturaleza. El ambiente es fundamental, debe facilitar la expansión del ser en proceso de desarrollo, ofreciéndole lo necesario, para esta tarea". El niño, el secreto de la infacia, M. Montessori,pág. 107.