La segunda etapa del niño/a o plano de desarrollo desde la perspectiva Montessori es denominada Niñez y comprende la edad de 6 a 12 años. María Montessori la describe como una etapa caracterizada por la paz y la calma.
Montessori observó que el niño/a ya posee un conocimiento que le permite comprender el mundo desde otro lugar, tiene deseos de participar más en el entorno adulto, necesita más independencia, posee otra seguridad y confianza consolidada y quiere ir más allá de la familia. El mundo se vuelve más interesante.
“Esta forma instintiva de exploración debe ser aprovechada por la escuela para ampliar el desarrollo cultural del niño. No es suficiente proveer material para que el niño trabaje en la escuela. Él demanda salir al mundo. Además de material, la escuela también debería proveer guías para que el niño pueda encontrar el material por sí mismo”. "Los cuatro planos de la Educación"–Conferencia impartida por la Dra. María Montessori durante el Congreso Montessori de 1938 en Edimburgo–pág. 8.
Cambios físicos y psicológicos en la niñez
Como en el plano anterior, el de la infancia, también aquí suceden cambios físicos, aunque no tan marcados e intensos. Los niños comienzan a enfermarse menos, cambian los dientes y llegan los definitivos, el cuerpo se alarga, es más fuerte, se mueve más rápido por lo cual necesitan más espacio para desplazarse. Se vuelven más pudorosos.
En este periodo se da una gran adquisición de conocimientos. El niño/a tiene la capacidad de abstraerse y desarrolla la imaginación. Se busca dar al niño cosas que lo lleven más allá.
Las preguntas más frecuentes del niño/a son “por qué” y “cómo”, se le puede hablar con más detalles, contándole todo porque ya tiene uso de la razón, es un “explorador racional”. “Su independencia se desarrolla en un campo diferente y sus aspiraciones tienen metas distintas, quieren saber muchas cosas.” "Los cuatro planos de la Educación" –Conferencia impartida por la Dra. María Montessori durante el Congreso Montessori de 1938 en Edimburgo–pág. 7.
María Montessori consideraba que en este nivel el niño tiene que recibir “el Universo” porque ya se puede sostener en conocimientos anteriores.
Su temperamento es más calmado y equilibrado, se vuelve menos dulce y es más reacio a demostrar afecto, de aquí que se denomine la “edad de la rudeza”. La necesidad de orden desaparece “aparentemente”, logra ordenar pero no de forma inmediata, no le molesta. Tiene un fuerte sentido de la justicia y la moral. “No es justo”.
“Es curioso notar que una de las cosas que preocupa a estos niños/as es lo que es ético en la vida: qué es bueno y qué es malo. El niño/a de siete años de edad quiere saber por qué es malo y qué es ser malo, etc. Trata de fijarse en su mente como una guía para su propio comportamiento.” "Los cuatro planos de la Educación" –Conferencia impartida por la Dra. María Montessori durante el Congreso Montessori de 1938 en Edimburgo–pág. 7.
Cómo acompaña el ambiente en la niñez
Las necesidades del niño durante esta etapa están relacionadas con una mayor independencia de la escuela y la familia, sigue en alerta con el entorno y prefiere las actividades en grupo.
Los ambientes en las Escuelas Montessori propician salidas fuera de la misma y los niños/as, sostenidos por la guía, autogestionan su recorrido, acompañados por un padre, madre o cuidador responsable que cumple la función de observar y cuidar.
Las actividades grupales, un contacto social más amplio y experiencias culturales son lo que movilizan su búsqueda, así como también el contacto con la naturaleza, la búsqueda de materiales y la manipulación de los mismos.
“En el plano educativo anterior el material ayudó a construir las características básicas de la personalidad individual; en esta fase el material educativo ayuda a la adquisición de cultura.” "Los cuatro planos de la Educación" –Conferencia impartida por la Dra. María Montessori durante el Congreso Montessori de 1938 en Edimburgo–pág. 9.
El adulto tiene la responsabilidad de brindarle las herramientas necesarias para salir a explorar el mundo, proporcionar una mayor independencia con respecto a la familia y la escuela. También de darle trabajo con sus manos, las cuales reflejan el desarrollo de su inteligencia, ya que con ellas se puede crear y son el reflejo de la mente.
“Los esfuerzos mentales del niño siempre están acompañados por la actividad de la mano que le sirve para fijar la atención sobre la tarea”. "Los cuatro planos de la Educación" –Conferencia impartida por la Dra. María Montessori durante el Congreso Montessori de 1938 en Edimburgo–pág.10.
También es necesario propiciar un ambiente preparado; taller 1 (que comprende de 6 a 9 años) y taller 2 (referente a las edades de 9 a 12 años). Que los niños/as trabajen juntos en un espacio multi-edad da un conocimiento y el sentido de una verdadera comunidad, al niño/a le sirve para saber hacia dónde va y esto se logra mirando al más grande, primero al adulto y luego a mi compañero/a.